Luego de cuarenta y nueve (49) meses, más de mil cuatrocientos noventa y tres días (1493); el Concejo Distrital de Cartagena puso fin a la interinidad en la Contraloría Distrital de esta ciudad. El encargo más prolongado del ordenamiento jurídico-administrativo colombiano del que se tenga noticia. Todo un aparente desafío académico para juristas y doctrinantes.
Aparente, porque una rápida consulta arroja lo que de manera diáfana establece el artículo 24 de Ley 909 de 2004respecto a los encargos: “En caso de vacancia definitiva el encargo será hasta por el término de tres (3) meses, prorrogable por tres (3) meses más, vencidos los cuales el empleo deberá ser provisto en forma definitiva”.
También lo hace el Departamento Administrativo de la Función Pública mediante concepto 264881 de 2020 y el Consejo de Estado a través del concepto No. 2283 del 22 de febrero de 2016 y rendido por la Sala de Consulta y Servicio Civil.
Menos de 24 horas después de conocerse la declaratoria de insubsistencia del cuestionado contralor saliente, Dr Freddys Quintero Morales; el ex funcionario anunció acciones legales contra los concejales que decidieron acogerse a lo estipulado por la Constitución y la Ley.
Esta conducta de buscar perpetuarse en el cargo que ostentaba, de manera aparentemente irregular, no ha pasado desapercibida para los entes de control y por ello el pasado 11 de septiembre la Procuraduría Regional de Bolívar abrió investigación disciplinaria contra Freddys Quintero Morales por cuenta de su dilatado encargo.
En medio de todo, el alcalde mayor de Cartagena en uno de sus particulares “Lives” volvió a pasar por alto la separación de poderes vigente en Colombia y en todas las democracias sanas de Occidente, para declarar la guerra a quienes le han aprobado todo cuanto ha pedido, salvo los temas cuestionables u opacos de su administración. Repetía cancinamente y sin presentar pruebas, que habían escogido a un enemigo de su administración, pero lo que sí quedaba probado era que pretendía que desde el Concejo Distrital se escogiese a alguien de sus afectos, violando así el sistema de pesos y contrapesos vigente desde la edad media para evitar los excesos de los mandatarios de turno. Termina así el Dr Dau tomando un inexplicable partido por quien él mismo ha señalado como instrumento de turbios intereses de sus opositores.
Una vez mas el alcalde los cartageneros luce como un rotundo desconocedor de las dinámicas políticas locales, pero además su lengua sigue extendiendo cheques que su equipo de gobierno seguramente y como ha sido la constante, tendrá que asumir.