La Policía Nacional lamenta profundamente el fallecimiento del patrullero Miguel Alexander Rebolledo García, un joven de 24 años que perdió la vida en un trágico accidente de tránsito mientras cumplía con su deber en la vía que conecta a Mompox con Guamal, Magdalena.
El patrullero Rebolledo, oriundo de Barranquilla, llevaba un año y siete meses en la institución, tiempo suficiente para ganarse el respeto de sus compañeros y superiores por su compromiso, responsabilidad y calidez humana. Prestaba servicio en la Fuerza Disponible de la Policía de Bolívar, donde era reconocido por su puntualidad, vocación de servicio y compañerismo.
La noticia del siniestro generó consternación entre los uniformados de la Seccional de Tránsito y Transporte, quienes atendieron el caso. Según información preliminar, el patrullero se desplazaba en cumplimiento de sus funciones cuando ocurrió el accidente. Las causas aún son materia de investigación.
“Era muy joven, pero comprometido, firme en sus convicciones y con un corazón inmenso. Tenía futuro, tenía todo para seguir creciendo en la institución”, expresó con profunda tristeza el comandante (e) de la Policía de Bolívar, coronel John Edward Correal Cabezas.
Rebolledo, además de patrullero, era artista aficionado. Dibujaba en sus ratos libres y tenía cuadernos llenos de trazos que hablaban de su sensibilidad. Era amante de la salsa clásica y un apasionado seguidor del Junior de Barranquilla. Su carácter alegre y solidario lo convertía en un referente positivo para quienes compartían con él.
Durante su tiempo en la institución, recibió 12 felicitaciones oficiales por su desempeño ejemplar. Pero más allá de los reconocimientos, lo que deja es una huella imborrable entre quienes lo conocieron: un joven que sirvió con vocación, que sonreía incluso en los días difíciles, y que entendía el uniforme como un compromiso con la vida y con la gente.