En medio de un evento masivo en la capital santandereana, el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, lanzó fuertes críticas a la Casa de Nariño, la sede presidencial y uno de los edificios más emblemáticos de Bogotá.
“Ese palacio es horrible y mal hecho y frío. Parece de París en invierno”, afirmó el mandatario, al señalar que nunca se ha sentido cómodo en el histórico inmueble que alberga la Presidencia de la República.
En varias ocasiones, Petro insistió en que no le interesan los espacios suntuosos ni exclusivos, sino la cercanía con el pueblo: “Yo quiero estar en el corazón de la gente humilde. No me gusta la gente de los clubes”.
El presidente también aprovechó el encuentro con la ciudadanía para hablar de su visión personal del poder. “Voy a morir feliz porque me recordará la felicidad que me daba de sentirme entre multitudes”, expresó ante los aplausos de la multitud.
Finalmente, fue enfático en aclarar que no tiene interés en perpetuarse en el cargo: “A mí no me interesa el poder ni perpetuarme. Siempre he creído que los adictos al poder terminan mal”, sostuvo.