Alicia Cañas junto a su hija Yurley, sufren de una enfermedad inusual llamada ictiosis congénita, un trastorno cutáneo caracterizado por resecar la piel y ponerla escamosa y de color marrón, similar a la textura de la corteza de los árboles.
En Colombia, ellas son el único caso con esta patología que no tiene cura, ambas viven en Toledo, un pueblo ubicado al Norte de Santander, actualmente trabajan vendiendo arepas al frente de su casa, una vivienda que se encuentra en obra negra en la que habitan en condiciones precarias.
Cañas, relata cómo es lidiar diariamente con esta enfermedad: “Es difícil en muchísimas cosas, es un reto para levantarme y luchar día a día. Es duro, pero a la vez un ejemplo para los demás. Me toca cada 2 meses ponerme a cortar, crece mucho y no puedo hacer las cosas o moverme. En los pies, para ponerme zapatos, me toca cortarme porque crece demasiado”.
La madre de 42 años mandó un mensaje de ayuda través un vídeo compartido por redes sociales, en el que mencionó lo siguiente: “Busco tener un sustento mejor, tener un trabajo, ganarme un dinero para sostenerla, enseñarle a mi hija a trabajar, tener un sustento, También para arreglar las habitaciones de la casa».