El dolor de Manuel Afanador, padre de Valeria, la niña de 10 años hallada sin vida tras 18 días de búsqueda en Cajicá, se mezcla con la indignación. El hombre asegura que el cuerpo de su hija presentaba dos golpes visibles, además de otras lesiones, lo que pone en duda la versión preliminar de las autoridades que señalan un posible ahogamiento en el río Frío.
“Cuando nos entregaron el cuerpo vimos dos golpes claros. Además, el dictamen habla de agua en los pulmones, una laceración en la mano derecha y un morado en el tórax. Esas lesiones no las tenía cuando la dejamos en el colegio”, declaró Afanador en entrevista con la serie Relatos al Límite, conducida por el periodista Felipe García.
El padre cuestiona cómo, después de 18 días de intensa búsqueda en la que participaron bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja y hasta 280 personas diarias, el cuerpo de su hija apareció a tan solo 200 metros del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, institución donde Valeria fue vista por última vez.
“Pasamos por esa zona más de 100 veces. No tiene lógica que apareciera allí después de 18 días”, enfatizó.
La familia también señaló omisiones del colegio y falta de claridad en el proceso de búsqueda. Manuel Afanador insiste en que las autoridades deben explicar por qué el cuerpo muestra signos que no encajan con la hipótesis del ahogamiento y exige que la investigación avance con transparencia.
