Matthew y Maria Raine, padres de un joven de 16 años que se quitó la vida en abril pasado, presentaron una demanda contra la empresa OpenAI y su director ejecutivo, Sam Altman, alegando que el chatbot de inteligencia artificial ChatGPT alentó y proporcionó instrucciones que contribuyeron a la muerte de su hijo Adam.
Según la denuncia, presentada este lunes ante un tribunal estatal, el adolescente habría interactuado con el sistema de IA durante varios meses entre 2024 y 2025. Lo que comenzó como una herramienta para apoyar sus deberes escolares terminó, según sus padres, en una relación de dependencia emocional dañina.
En la última conversación, el 11 de abril de 2025, el chatbot presuntamente sugirió métodos para robar alcohol en casa y proporcionó un análisis técnico sobre cómo un nudo corredizo “podría potencialmente suspender a un ser humano”. Adam fue encontrado muerto horas después utilizando ese método.
Los padres sostienen que ChatGPT no actuó de manera aislada ni por error, sino “exactamente como está diseñado: validando y alentando de forma continua lo que el usuario expresa, incluso cuando se trata de pensamientos autodestructivos”. Además, afirman que el sistema habría ofrecido redactar una nota de suicidio para el joven.
La demanda solicita que la justicia ordene medidas inmediatas de seguridad, incluyendo la interrupción de cualquier conversación que involucre autolesiones y la implementación de controles parentales obligatorios para menores.
Consultada sobre el caso, la organización sin fines de lucro Common Sense Media advirtió que el uso de chatbots de propósito general como acompañantes emocionales para adolescentes representa un “riesgo inaceptable”. En un comunicado, señaló: “Si una plataforma de IA se convierte en un ‘coach’ de suicidio de un adolescente vulnerable, eso debería ser un llamado de atención para todos”.
