En las últimas horas se conoció la denuncia sobre la detención arbitraria de cuatro miembros de la familia Guillén en el sector Paso Real, estado Carabobo, en un hecho atribuido a agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
De acuerdo con organizaciones de derechos humanos, la abuela Miriam Fernández Ruiz, de 72 años, y su nieto Miguel Ángel Guillén Ibarra, de 17, fueron sacados a la fuerza de su residencia el pasado 4 de septiembre. Posteriormente, la hermana del joven, Chantal Niulany Guillén, fue contactada para presentarse en la sede de la PNB en La Esmeralda con el fin de “consignar información” que supuestamente facilitaría la liberación de sus familiares. Sin embargo, al llegar con su hija de apenas dos años, ambas quedaron igualmente privadas de la libertad.
El caso ha generado una ola de indignación, pues entre los detenidos se encuentra una menor de edad que, según denunciaron, fue convertida en rehén del poder.
El presidente electo de Venezuela, Edmundo González, condenó enérgicamente el hecho a través de su cuenta en X:
“Con engaños detuvieron a una madre y, con ella, a su hija de apenas 2 años. Una niña inocente convertida en rehén del poder. Esto es barbarie”.
La líder opositora María Corina Machado también se pronunció, respaldando a González y responsabilizando directamente al fiscal general Tarek William Saab, a Diosdado Cabello y al presidente Nicolás Maduro de cualquier daño que pueda sufrir la familia Guillén.
Desde el partido Vente Venezuela calificaron la detención como un “secuestro de Estado” y exigieron la liberación inmediata de los cuatro miembros de la familia, reiterando que no existe justificación legal alguna para mantenerlos retenidos.