El candidato presidencial lanzó fuertes críticas al modelo actual del gasto público en Colombia y presentó una propuesta ambiciosa para reordenar las finanzas del Estado sin afectar a la ciudadanía ni al empleo.
“Me niego a creer que este país, que tiene un presupuesto de 511 billones de pesos, esté quebrado”, afirmó. “¿Por qué nos dicen eso? Porque de esos 511 billones, 327 se gastan solamente en funcionamiento. Eso es como si usted tuviera 20 empleados en la casa, además pagara tres veces los servicios públicos y pagara tres o cuatro matrículas de educación sabiendo que solo tiene un hijo en la universidad”.
Según el candidato, el gasto administrativo es desproporcionado y requiere una intervención urgente: “Aquí el esquema tiene que cambiar. Hay que poner al Estado en dieta o hacerle una liposucción. Podemos ahorrarnos más de 100 billones de pesos si fusionamos entidades sin masacres laborales. Pero vamos a tener que hacerlo”.
Y fue más allá. “Entonces, súmele a esos 82 billones (de inversión actual), 100 billones que podemos ahorrar y, además de esos 100 billones, si atacamos frontalmente el contrabando, la elusión y la evasión, ahí hay otros 100 billones. Estaríamos hablando entonces de 280 billones que podemos invertir en nuestra gente”, concluyó.
Su propuesta plantea una visión de Estado más eficiente, menos costoso y con capacidad real de inversión social, a través de reformas estructurales y lucha decidida contra la ilegalidad fiscal.
